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ESCLAVITUDES VI. La droga

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  Cuando la jeringuilla perforó con su aguijón la vena abultada del brazo, la piel desafinó en un sonido de tela al rasgarse. Lo interpretó como la más hermosa melodía jamás compuesta para los huesecillos de sus oídos. El émbolo se fue deslizando con la tranquilidad que solo sabe dar el placer más excelso jamás sentido y la droga se mestizó con esa sangre tan castigada por los años, por la marginación y por el elixir del deseo.             Atrás quedaban las colas frente al campo del Rayo Vallecano a la espera de que el «metabús» aparcara pegadito a la acera y le dispensaran ese bote de plástico, como el de los análisis de orina, donde un zumo de naranja al que llamaban metadona esperaba para que le calmara de esa abstinencia inflexible y dura como roca de pedernal, sin sentimientos ni conmiseración con la fragilidad humana. Allí esperaban junto a sus progenitoras, esas sombras inseparables por necesidad maternal y con el objeto de intentar evitar la necesidad material del pecado de

ESCLAVITUDES IV: Los nuestros

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  —Sí, pero ese es de los nuestros.             Con esta frase se liquidan muchas conversaciones incómodas que se pueden dar entre dos o más acólitos de una u otra sección de nuestras vidas, bien sean en el ámbito político, deportivo e incluso cultural o literario. «Es de los nuestros» y se zanja cualquier tipo de divergencia.             Pero no solo sirve la frase de marras para zanjar o liquidar un asunto digamos que espinoso, sino que también es la absolución de muchos pecados capitales, de muchos pecados por los que habría que pagar un buen montón de años de llamaradas, fumarolas y olor a azufre. Se absuelve al amigo, al nuestro, al acólito quitando al asunto el hierro de más que le cuelga del cuello. Se le perdona, se le absuelve, como digo, pero que el mismo pecado no lo cometa el contrario, el contrincante o el adversario pues ese será atacado, vilipendiado y ejecutado civilmente si osara a cometerlo.             No deja de ser una incesante e insensata búsqueda de un gr