Belleza ninguneada
Miguel Ángel, Dante, Velázquez, Calderón, Bernini, Goya, Chesterton, Hichtcock. Cuando uno escucha estos nombres propios le viene a la cabeza la misma idea que si escucha El David, la Divina Comedia, Las Meninas, La vida es Sueño, El rapto de Proserpina, La Familia de Carlos IV, Ortodoxia o Vértigo ( De entre los muertos), obras todas ellas de los autores arriba mencionados. Y esa idea no es otra que la idea de BELLEZA, así en mayúsculas. La Belleza, junto a la Verdad y al Bien son el trío que designa lo transcendente, lo que nos eleva sobre el resto de criaturas y sobre nuestra propia especie. El arte, en todo su maravilloso esplendor, ha sido el fiel reflejo de la belleza o, al menos, el fiel reflejo de su búsqueda constante. Los artistas se han caracterizado no sólo por su ensimismamiento natural o congénito, sino por esa esp...